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Centroamérica desaprovecha su potencial de energía limpia
Centroamérica desaprovecha el potencial que posee para generar electricidad a partir de fuentes limpias como la eólica y la solar, en la que la región podría convertirse en un líder mundial, indicó hoy el Programa Estado de la Región.
"Los países de Centroamérica enfrentan el desafío ineludible de transformar su matriz de producción de energía eléctrica, para que dependa cada vez menos del petróleo y más de las fuentes renovables, lo que resultaría en beneficios económicos y ambientales para la región", dijo en un comunicado el investigador Diego Fernández.
Los datos del Programa Estado de la Región indican que un cálculo "conservador" muestra que Centroamérica cuenta con hasta tres veces más radiación anual que los líderes mundiales en producción de energía solar como Alemania.
En cuanto a energía eólica, Centroamérica tiene un "potencial que en buena medida se está desaprovechando", pues la capacidad eólica actualmente en operación es de 416,7 Megavatios (MW), en centrales ubicadas en Nicaragua, Costa Rica, Honduras y Panamá.
"Esto representa menos del 1% del potencial del recurso disponible", afirma el Programa Estado de la Región del Consejo Nacional de Rectores de Costa Rica.
El informe concluye que el desaprovechamiento de este potencial no se debe a falta de acceso a la tecnología, sino meramente a "falta de recursos económicos e inversión necesaria para la construcción de proyectos de infraestructura".
Datos del informe señalan que entre el 2000 y 2012 el consumo de energía eléctrica en la región de Centroamérica casi se duplicó, al pasar de 22.000 a 37.500 Gigavatios-hora al año, y que en proporciones similares se incrementó la capacidad instalada para producción.
Los habitantes de Costa Rica, Panamá y Belice son los que más electricidad consumen con rangos anuales entre los 1 mil 500 y 2 mil Gigavatios-hora por persona, mientras que en el resto de la región el consumo oscila entre 500 y poco más de 750 Gigavatios-hora.
En 2014 cerca del 42 % de la electricidad en Centroamérica se produjo a partir de hidroeléctricas, el 18 % por otras fuentes renovables como la geotérmica, eólica, o biomasa; el 36 % por petróleo y 4 % por carbón.
Costa Rica es el líder con el 90 % de la energía eléctrica generada con fuentes limpias, mientras Guatemala y El Salvador alcanzan el 65 %; Panamá el 52 %, Honduras el 44 % y Nicaragua el 34 %.
Tomado de: www.prensalibre.com
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La energía es fundamental para el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental
La energía es fundamental para el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental, y se ha descrito como "el hilo " que une el crecimiento económico, la equidad social y la sostenibilidad ambiental. La pobreza energética obstaculiza el desarrollo. Y, por el contrario, los servicios energéticos modernos ayudan a mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo y respaldan el progreso en todos los ámbitos del desarrollo.
De acuerdo con el Marco de Seguimiento Mundial del Banco Mundial, dado a conocer en abril de 2017, 1060 millones de personas aún viven sin electricidad, lo que representa solo una leve mejora desde 2012. A este ritmo, el mundo alcanzará el 92 % de electrificación para 2030. Otros 3000 millones dependen de la leña u otra biomasa para cocinar y obtener calefacción, actividades que generan contaminación atmosférica y del aire en lugares cerrados, un problema que causa alrededor de 4,3 millones de muertes todos los años.
La participación del Banco Mundial en el sector de la energía tiene como objetivo ayudar a los países clientes a garantizar un suministro asequible, confiable y sostenible que es necesario para poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida. La estrategia del Banco Mundial refleja las metas de la Iniciativa de Energía Sostenible para Todos y el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) sobre energía (ODS 7): asegurar el acceso universal, acelerar las mejoras en la eficiencia energética y duplicar la cuota global de energías renovables antes de 2030. La energía se vincula con todos los demás ODS y el reconocimiento de estos vínculos es fundamental para la implementación de los objetivos. Tras la entrada en vigencia del histórico acuerdo de París sobre el cambio climático, ahora es el momento de actuar, y una piedra angular de esta tarea es la consecución del ODS 7.
El último informe del Marco de Seguimiento Mundial concluye que para alcanzar los objetivos mundiales es necesario acelerar los esfuerzos hacia el logro de las metas relativas a la energía sostenible antes de 2030. Es fundamental aumentar el financiamiento, lograr compromisos políticos más profundos y tener la voluntad de adoptar nuevas tecnologías a una mayor escala.
El Banco Mundial está trabajando con varios países para lograrlo. El enfoque de la institución es ayudar a los clientes a manejar su transición desde sistemas de energía con altas emisiones de carbono a sistemas con bajas emisiones. También se busca fomentar la participación y la inversión del sector privado, adoptar un enfoque inclusivo en que participen múltiples partes interesadas para desarrollar proyectos energéticos, y reconocer y tomar en consideración las circunstancias específicas de los países.
Tomado de: www.bancomundial.org